- Los objetos inútiles que has guardado durante años, y que sólo sirven para colectar polvo y recuerdos.
- Todo lo viejo que no hayas usado o de los que no te hayas acordado en dos años: haz espacio para que lo nuevo entre en tu vida.
- Los rencores y resentimientos que sólo te envenenan.
- Los complejos y temores que te impiden avanzar.
- Los malos amigos, los malos consejos, las personas tristes y negativas.
- Todo aquello que te dañe o te haga sentir mal.